En parís, apenas hay tiempo para conectar entre las dos terminales. El vuelo sale a las 10:00, así que de nuevo nos toca correr.
Llegamos a Valencia a las 12:00. Una de las maletas tarda mucho en aparecer, tanto que ya pensabamos que la habían perdido.
Nos recogen de la agencia de viajes en un autobús y volvemos hacia Castellón.
Se acabaron los edificios altos y los taxis amarillos.
A las 14:00 estamos en casa, en Almazora. No es lo mismo que en los días pasados, pero tiene su encanto.
Home sweet home.
No hay comentarios:
Publicar un comentario