La valoración del hotel es positiva, la relación calidad precio perfecta, habitación de tipo abuhardillada, y bastante cómoda. El precio de la noche, adecuado, ofrece un desayuno tipo buffet, que aprovechamos para comenzar el día con energías.
Salimos pronto, para dirigirnos hacia el Monasterio de Piedra. Ya será la segunda vez que lo visitemos, pero es un lugar que vale la pena repetir. Es algo caro para lo que ofrece, más que nada porque no deja de ser un espacio verde bien conservado, de los que hay millones en España, pero bueno, se puede entender que para que esté tan bien conservado, haya que pagar un pequeño canon.Pasamos la mañana paseando, entre las múltiples cascadas de agua, y el lago cristalino. El paseo puede hacerse perfectamente en 2 o 3 horitas. A continuación, con el hambre ya apurando el estómago, comemos en el mismo parque, para a continuación visitar el monasterio.
En el monasterio, poco que ver. De gestión privada, mal conservado, y realmente con poco que ofrecer. la visita está incluida en el precio, por tanto si alguien va por allí, que lo visite, pero... deja un poco que desear.Por la tarde, y ya de vuelta en Calatayud, paseamos por el centro histórico, y cenamos en una pizzeria de un asturiano, que nos "enseña" a tomar correctamente la sidra... (curioso ¿no?, zaragoza, pizza restaurante italiano, y sidra... en fin.)
Al día siguiente, después de una buena noche en el hotel, -habíamos leido comentarios sobre si se oía o no el ruido del tren Ave, que pasa muy cerca del hotel, nuestras habitaciones daban al lado contrario de la vía, y el silencio fue aceptable- llegamos a Zaragoza.
Lo primero es registrarnos en el hotel Ibis, justo al lado del Ebro, y con unas vistas espectaculares a la catedral. El precio, bastante competitivo, 64€ sin desayuno, y "sin vistas". Las habitaciones que dan al Ebro, y a la Catedral tienen suplemente de vistas. Curioso.El hotel está bien, pero el baño es una especie de módulo prefabricado para abaratar costes. Bueno... si no vas buscando un hotel que te alegre la vista cuando estes dentro, éste es el tuyo. La situación es inmejorable, hay sitio para aparcar, y está todo limpio y nuevo...
Nos vamos al IKEA, cuatro compras rápidas, y hay quien mata el gusanillo de ver "de nuevo" aquellos enormes almacenes.
Pasamos el día en el centro, visitamos todo lo visitable, pero sin estress, y cenamos, después de dar muchas vueltas, en un VIPS.
No tardamos en irnos a dormir, después de un día agotador.
Al día siguiente coche de vuelta, y en apenas dos horas y media estamos en casa. Esa nueva autovía mudejar es una joya. Ahora Zaragoza está a un tiro de piedra.
Muchas fotos, sobre todo del paseo por el monasterio de piedra, en flickr.
