Castellón - Dia 8

Esto se acaba.

Madrugamos y echamos una última mirada hacia atrás al salir de la Casa de Frama.

Nos han recomendado el volver por Burgos, pero en nuestra mente tenemos otro plan.

Aproximadamente alrededor de las 13:30 llegamos a Zaragoza. Aprovechando el viaje, vamos a visitar el Ikea de Zaragoza, y hacer otra muesca en nuestro particular fusil. Con este ya serán 7 Ikeas diferentes los visitados en la Península Ibérica... :)

Terminamos de comer, y las compras alrededor de las 17:30. Iniciamos la ruta hacia casa, pero volviendo por Teruel, que es todo autovía, a pesar de que las indicaciones a Castellón nos lleván por otra ruta, volver por Teruel es lo más rápido.

Apenas 2 horas y media después estamos llegando a Almazora.

Ahora ya sólo nos queda el recuerdo de todo esto...

¡Hasta pronto Cantabria!.

Potes - Dia 7

Nos hemos levantado pronto. El desayuno en la casa de frama se sirve hasta las 10:30, así que hemos decidido desayunar sobre las 9, para comenzar pronto la jornada.

Sobre las 10 de la mañana salimos con dirección a Fuente Dé a coger el teleférico. Resulta que está cerrado debido al temporal de viento. Nos llevamos una pequeña decepción, ya que era una de las visitas estrellas de esta última parte del viaje. Así todo, respiré aliviado, porque algo de miedo si que me daba. El teleférico asciende en poco más de 3 minutos un desnivel de mas de 700 metros, para situarte en pleno corazón de Picos de Europa, a más de 1800 metros de altitud. Hubiera valido la pena.

De vuelta hacia potes, visitamos Mogrovejo entre Fuente Dé y Potes. Un pequeño pueblo de menos de 50 habitantes. Destaca la Torre de Mogrovejo y la iglesia. Nos encontramos con dos perros preciosos, que nos hicieron de anfitriones en nuestra visita por el pueblo.

Continuamos bajando y vamos buscando el mirador del corzo, a 1600 mts de altura. Según vamos ascendiendo, el viento y la lluvia se hacen cada vez más fuertes. Tanto, que al llegar al mirador apenas podemos bajarnos del coche, porque resulta algo peligroso. El viento empuja fuerte, y la caida os la podéis imaginar...

Seguimos nuestra ruta, recorriendo caminos y carreteras cada vez más bonitas. Otro cartel nos lleva hasta el mirador de Peñallana. Las vistas son realmente espectaculares. Además hay un sitio estupendo con mesas para venir a pasar la tarde.

Alrededor de las 2 volvemos a Potes, dónde comeremos en un restarurante con un precioso balcón florido encima del río. Nada más terminar, hacemos montones de compras. los típicos regalitos para todos. No se como vamos a caber el coche, porque ya solo el carrito de ayer, ocupa una barbaridad...

Poco a poco vamos notando que el final de nuestro viaje se acerca. A las 5 de la tarde vamos al Centro de Visitantes de Picos de Europa. Visitamos el museo y vemos un video. No vale mucho la pena, pero nos ha servido para descansar.

Al terminar, vamos a la casa a dejar las compras y a continuación a visitar Frama a pie. Bajamos al rio, y aprovechamos para hacer alguna que otra foto artística. Nos quedamos un buen rato, embobados con el ruido del agua, y disfrutando de la tranquilidad del paisaje.

Son las 9, cenamos en la casa (después de comprar cosas en el Supermercado del pueblo para mañana) y preparamos las maletas. El viaje llega a su fin.

Potes - Dia 6

Alrededor de las diez de la mañana, bajamos a desayunar en la casa de Manolo, terminamos de hacer las maletas y salimos en dirección a Potes, no sin antes agradecerle a Manolo lo bien que nos ha tratado, y lo a gusto que hemos estado en su casa.

Pasamos por Unquera población típica por sus dulces, las Corbatas de Unquera, para meternos por el desfiladero de la Hermida. Este desfiladero, que discurre a caballo entre Cantabria y Asturias, nos introduce a través de sus largos 22 km, en un paisaje de ensueño.

Sobre las doce de la mañana, llegamos a Frama, concretamente a La Casa de Frama, que es donde nos vamos a alojar en los dos próximos días.

La casa, es realmente bonita, tanto en el exterior, con un jardín perfectamente ambientado y cuidado, como en el interior.
Nuestra habitación, con vistas a la montaña tiene de todo, como si estuviéramos en un lujoso hotel, pero en medio de la montaña. Los dueños nos reciben de maravilla, nos enseñan la casa, y nos explican perfectamente que sitios podemos visitar...

Después de acomodarnos nos vamos a visitar Potes, damos una vuelta rápida por el pueblo y buscamos la oficina de información y turismo. A las dos de la tarde, comemos en el Restaurante Che, en una terracita al aire libre. Buen recuerdo me queda también de aquellas chuletas de cordero.

Al finalizar la comida, alrededor de las 15:30 vamos al monasterio de Santo Toribio de Liébana. (Donde dicen se encuentra el resto más grande conservado de la Cruz de Cristo, Lignum Crucis).
Lo desconocíamos, pero junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Caravaca de la Cruz, es uno de los lugares santos del cristianismo.
Por cierto, hoy es mi cumpleaños, y también cumplo 33 años, como dicen que cumplio Jesucristo cuando lo crucificaron. A pesar de la coincidencia, el motivo de mi presencia en Liébana juro que no se trata de una peregrinación religiosa :)

Cuándo son las cinco de la tarde, volvemos a recorrer de nuevo el desfiladero. De camino visitamos la iglesia Mozarabe de Santa María de Lebeña que está cargada de historia. Nos encontramos con algo de la cultura mediterranea, un olivo... y una bonita leyenda de amor.

Nos dirigimos hacia el mirador del balcón de Santa Catalina. Lo hemos visto en unas fotos, pero no nos han sabido explicar dónde estaba. Al final lo encontramos, después de mucho subir, por una carretera de montaña, llegamos al cielo. Las vistas de los Picos de Europa son impresionantes.

Seguimos nuestra ruta de nuevo hacia el exterior del desfiladero. De camino, encontramos el Hotel el Oso, dónde según dicen, sirven el mejor Cocido Lebaniego de la zona. Lástima no haberlo probado, pero había tantas cosas buenas...

A las 19:30 llegamos a Unquera dónde no vemos nada reseñable. Eso si, compramos corbatas. Aprovechamos para comprar algo para cenar que no sea de restaurante. Tanto comer y cenar fuera, que nos apetece algo más casero... cenaremos tranquilamente en la casa.

Alrededor de las 9 de la noche llegamos a la casa, charlamos con otros inquilinos y con la dueña.

Terminamos la jornada de hoy, pensando en el teleférico de mañana...

Comillas - Dia 5

Nos levantamos pronto para comenzar la jornada. Bajamos a desayunar a la hora que habíamos quedado con Manolo, sobre las nueve y media de la mañana. Nos sirve un desayuno maravilloso, con algo de fruta para comenzar, y luego tostadas y sobaos de la tierra.

Sobre las diez de la mañana comenzamos la visita a comillas, plaza del ayuntamiento, Capricho de Gaudi, Palacio de Sobrellano y desde lejos vemos la Universidad Pontificia, ya que se encuentra cerradas por obras.

Salimos hacia Cabezón de la Sal, nuestro punto de partida para coger la carretera CA-180, camino del valle de Cabuérniga. En Cabezón de la Sal, vemos un repertorio de la típica casa Cántabra.

De camino, atravesamos algunos pequeños pueblos, como Carrejo y pasamos cerca del desvío hacia Ucieda, que no visitamos.

En Ruente, nos paramos en la Fuentona, un manantial natural, que nace en el interior de una cueva cercana, y que atraviesa el pueblo formando un precioso riachuelo.
Para cruzar el rio, un singular puente de 8 ojos. (Con 8 arcos de medio punto rebajados). Un sitio precioso para pararse un buen rato a hacer alguna foto.

Seguimos hacia Carmona, a través de una carretera (CA-182) que discurre por la montaña. Al girar una de las curvas, nos econtramos con unas espectaculares vistas desde la carretera, y varios miradores. Nos paramos en uno de ellos a hacer fotos del valle, con Carmona al fondo.

Visitamos Carmona, dando un agradable paseo por todas sus calles. Es un pueblecito muy pequeño, que se recorre a pie en unos minutos, pero vale la pena.

Para continuar nuestro destino, tenemos que desandar todo el camino recorrido hasta Carmona, para poder coger la carretera CA-280, que nos va a llevar hasta la estrella del día de hoy, la preciosa población de Bárcena Mayor.

A Bárcena Mayor llegamos a la hora de comer. Además está empezando a llover, así que lo primero que hacemos, antes de nada, y con los ojos casi cerrados para no estropear la visita posterior al pueblo, es buscar un sitio para comer. Elegimos el restaurante El Puente, casi al final del pueblo. Comemos bastante bien, como viene siendo la tónica general de todo el viaje.

Al terminar, comenzamos la visita, partiendo del restaurante, y dirigiendonos hacia donde habíamos aparcado el coche. La particularidad de Bárcena, es su conjunto arquitectónico, muy denso, y que se conserva prácticamente como en sus orígenes.
Es curioso que la carretera que nos ha traído hasta aquí, termina en el pueblo, y es el único punto de comunicación con el exterior.
La lluvia nos ha acompañado desde que hemos terminado de comer, pero una lluvia bastante discreta. Nadas más subirnos al coche, comienza a diluviar. Hemos tenido suerte.

Para terminar la tarde, nos dirigimos hacia San Vicente de la Barquera. Al llegar, nos recibe de nuevo la lluvia, así que armados de paraguas, nos damos un paseo por todo el pueblo. Visitamos la Iglesia de Santa maría de Los Ángeles, el castillo, la Iglesia de la barquera. Vale la pena quedarse un rato en el puerto marinero, observando los pequeños barquitos de pesca. Antes de irnos, disfrutamos del rompeolas, desde dónde se observa toda la grandeza del Mar Cántabrico.

Ha sido un día precioso, pero a la vez cansado por las carreteras de montaña y tanto coche. Nos dirigimos ya de vuelta a Comillas, a la casa de Manolo entre Comillas, dónde nos espera una cena sorpresa. Elegimos el menú corto de 3 platos (25€ por personas), ya que dudamos sobre si podríamos con el menú largo de 6 platos (40€). La cena muy buena, se nota que Manolo es un buen cocinero. La próxima vez nos reservaremos un poco a la hora de comer, y cenaremos el menú largo con seguridad. Vale la pena probarlo. Eso si, es sorpresa, prepárate a que te sirvan cosas, sin tener que pedir nada de nada. Es divertido.

Todas las fotos del viaje, en flickr

Comillas - Dia 4

Nos levantamos pronto, dejamos el Hostal, y con las maletas ya en el coche, nos preparamos para comenzar la jornada.

Comenzamos la mañana en Santander, a poco mas de 300 metros de donde estábamos alojados, se encuentra la playa del camello. A continuación visitamos la península de la magdalena. El zoo, la universidad de verano, y el homenaje al mar (con los típicos barcos que aparecen en todas las fotografías de Santander).
Un paseo, unas fotos, y sobre las 12 salimos con destino Comillas.

De camino visitamos Suances, conocida entre otras cosas por la Cueva de las Brujas, declarada de interés cultural, pero que no nos da tiempo a visitar. Paseamos por la playa y una pequeña vuelta por el pueblo.

Seguimos hacia Santillana del Mar, a dónde llegamos a la hora de comer, asi que lo primero que hacemos es buscar algún sitio chulo. Nada más entrar hay un restaurante con buena pinta, el Restaurante Los Blasones. Terminamos a las 15 horas con el estómago lleno y con 100 euros menos, pero ha valido la pena.
Visitamos todo el centro. La Colegiata y el Palacio de Velarde en la plaza de las Arenas, y la plaza monumental.

Todas las casas son espectaculares, llenas de flores, con grandes balcones. Las calles empedradas le dan una magia inigualable al pueblo... La pena, lo turístico que se ha convertido. A pesar de ser septiembre, una legión de turistas deambulábamos por todo el pueblo haciendo fotos de aqui para allá.
En una tienda artesana, compramos una reproducción de un carro rustico en madera.

Salimos con destino a las cuevas de Altamira alrededor de la 17 horas. Visitamos el museo con la visita guiada. No vale mucho la pena, puesto que como es lógico, ya no se visita la cueva original, con lo cual pierde casi todo el encanto.

Al terminar, sobre las 7 de la tarde seguimos una preciosa carretera rural que nos lleva hasta Ruiseñada, localidad de 200 habitantes, a solo 2 km de Comillas. Alli se encuentra el sitio donde nos alojaremos, la casa de Manolo entre Comillas. Manolo, una persona entrañable, y un excelente cocinero, nos atenderá como resyes durante nuestra estancia. Nos alojamos en la Habitación azul.

Una vez desechas las maletas, nos vamos en coche hasta Comillas, paseamos por el centro histórico, tomamos algo para cenar y volvemos a la casa. Tenemos ganas de descansar, y disfrutar de la casa rural.

Todas las fotos del viaje, en flickr

Santander - Dia 3

Hoy en el diario de viaje vamos a seguir un par de las once rutas por Cantabria que nos dieron ayer en la oficina de Turismo.

Comenzamos la mañana, de camino a una playa cercana a Santander, la playa de la Virgen del Mar, donde se encuentra una ermita coronando una montaña justo a los pies de la playa.

La idea es llegar al mediodía al parque natural del Cabárceno.

De camino, pasamos por Liencres, con sus playas enormes y su paisaje de dunas, justo al lado, el Parque Natural Dunas de Liencres.

Alrededor de la una de la tarde llegamos al parque de Cabárceno.
En el interior del parque estamos aproximadamente unas 5 horas, tiempo suficiente para poder ver todo el parque (en coche, con las paradas en cada zona) y para comer en uno de los restaurantes.
Destacar en el interior del parque, sobre todo, la zona de los osos. Es dónde más tiempo estuvimos contemplando la gran cantidad de osos pardos que jugaban en "semi libertad".

Continuamos nuestro viaje, esta vez con destino a Castañeda, donde es visita obligada la Colegiata de la Santa Cruz, una de las obras más importantes del románico en Cantabria.
Aprovechamos que no hay absolutamente nadie, para hacernos alli unas cuantas fotos de los dos juntos, con la Colegiata de fondo.

Seguimos hacia Puente Viesgo. Visitamos a pie el pueblo, el ayuntamiento, el gran Hotel balneario... un paseo agradable.

De camino por los valle pasiegos, aprovechamos para detenernos en una de los muchos hornos artesanos, concretamente en Vega de Pas. No se puede pasar por alto sus espectaculares sobaos, y sus impresionantes quesadas.

El final de la jornada de hoy, nos lleva hasta Liérganes. Con el sol ya casi desapareciendo, es un buen momento para pasear por sus calles señoriales en el barrio de El Mercadillo. A destacar, las largas balconadas llenas de flores.

Volvemos hacia el campamento base alrededor de las 21 horas. Cenamos en Santander cerca del ayuntamiento en el restaurante Castellano, un impresionante cordero lechal.

A la vuelta y después de haber esperado un rato al autobus nocturno sin éxito nos decidimos a coger un taxi. Desde correos hasta el hotel 4,75€.

Nos toca hacer la maleta. Mañana dormiremos en Comillas.