07 junio 2007

Comienza el viaje

El otro día, tomé la decisión de realizar pequeñas anotaciones sobre los viajes que hemos ido haciendo, para poder recordarlos dentro de unos años.
El único recuerdo que me queda ahora (aparte del mental claro está), son las fotos y "enseres" que nos hemos traído de alguno de ellos.
No es que hayamos viajado mucho, pero si pretendemos hacerlo.
Comenzamos pues en este blog a relatar poco a poco nuestras vivencias por el mundo, que aunque de momento sean pocas, guardan un gran tesoro cada una de ellas.

Poco a poco iré poniendo entradas con fechas antiguas, por cada uno de los viajes que hemos hecho. Cuando el blog esté al día, procuraré ir poniendo todos los lugares que visitemos.

04 junio 2007

Salou - Port Aventura

La lluvía poco a poco iba amainando, y el coche, cargado hasta arriba de trastos mojados, necesitaba una parada para reordenar el maletero y repostar el depósito. La autopista hacia casa cada vez se hacía más corta, y nuestro destino todavía no estaba claro.

Cerca de Reus (es curioso, pero en este viaje he pasado por Ripoll y por Reus, terminar en La vall d'Uixo y Albocasser hubiera sido ya la leche), se nos ocurrió que podríamos intentar pasar la noche en Salou, tal vez en alguno de los hoteles de Port Aventura, y al día siguiente visitar el parque.

Salou es un municipio costero de 22.162 habitantes situado en la provincia de Tarragona (Cataluña, España), en la Costa Dourada. (Ver Wikipedia). Aparte de ser un sitio eminentemente turístico, se ha hecho algo más conocido por el hecho de tener el parque temático en cuestión.

Total, que dicho y hecho. Cogimos la salida hacia Salou-PortAventura y en breve llegamos a la puerta del Hotel El Paso. Un hotel bonito, y ambientado totalmente con estilo mexicano. Desgraciadamente no había sitio para dormir, ni en ese, ni en ninguno de los otros dos hoteles del parque.

Así que nuestro camino terminó en el primer hotel que encontramos camino de Salou, el hotel Belvedere, donde pasamos la noche... entre karaokes del imserso. El hotel te hace sentir más joven, mires donde mires estás rodeado de turistas "seniors". Desayuno inglés habitación cómoda, poca más historia guardará este hotel en nuestras memorias.

Por la mañana temprano, de visita al parque. Esperábamos que no hubiera mucha gente, sin embargo no fue así. El hecho de que la noche anterior estuvieran completos los 3 hoteles, nos hacía temer que a lo mejor el parque estaría bastante lleno.

Ni una cosa ni otra, sin largas colas se podía subir en todas las atracciones... bueno, en todas las que uno se atreva a subir, que en mi caso no son muchas.
Unas cuantas dosis de agua dulce en el Tutuki Splash, y un paseo tranquilo por el parque (que cuando ya te lo conoces nunca es lo mismo que la primera vez), para terminar viendo los nuevos espectáculos... en especial el de ChinaTown, una coreografía digna del cirque du soleil.
Por lo demás, todo sigue igual. Comentar cuanto menos la nueva atracción, Furius Baco, una atracción recién estrenada, (de hecho al día siguiente era la inauguración oficial, y venía un pìloto de motos a probarla). La diversión está basada en la aceleración; en menos de 4 segundos se alcanza una velocidad de más de 130km/h. De locos.
Ni que decir tiene que no me subí, para variar.

Alguna compra en las cada vez más tiendas que hay dentro del parque, y vuelta a casa, que nos lo habíamos ganado.

Conduciendo hacia Castellón, nos hizo compañía durante gran parte del viaje un precioso y completo arco iris.

02 junio 2007

La Vall de Nuria

De nuevo el destino nos llevó a las puertas de la Vall de Nuria, paraiso catalán situado a 2000 metros de altitud.

Si algo me llamó poderosamente la atención de este idílico lugar en nuestro viaje anterior, fue la ausencia de coches. Es una maravilla que la única forma de acceso a Nuria sea utilizando el tren cremallera. (O andando, como fué nuestro caso en esta última ocasión).

Para alojarnos, elegimos esta vez el camping de Vall de Ribes, situado al inicio de la carretera de Pardines, a cinco minutos a pie del centro del pueblo de Ribes. Ir de camping, cuando uno piensa en naturaleza, caminatas, y fundirse con la montaña, tiene un encanto especial.

El sendero que baja desde el camping hasta el pueblo de Ribes desemboca a las puertas de la coqueta estación del tren cremallera, inicio de ruta de la mayoría de turistas que visitan Nuria.
Nuestro viaje esta vez comenzó en coche, destino Queralbs, situado a 8 km de Ribes. Desde ahí, una ruta de montaña te lleva caminando hasta el Santuario de Nuria, ruta que está planificada para hacerse en unas 3 o 4 horas.
Eso si, el que se anime, que se prepare a subir, subir, subir...
Durante el camino nos dimos cuenta que la gente lo hace a la inversa, sube con el tren cremallera, y baja andando desde Nuria hasta Queralbs. Eso tuvo un especial encanto para nosotros. Nadie subia, todos bajaban. Fué gracioso.
El día acompaño durante la mañana, y el sol escondido detras de gruesas nubes, sólo hizo su aparación en contadas ocasiones. Casi terminando la ruta, comenzó a llover ligeramente... lluvía que más tarde se convertiría en tormenta, y que nos obligaría a dejar el camping, y hacer un cambio de planes sobre la marcha. Pero eso fue el final, antes...

Llegada a Nuria, completamente satisfechos, pues la ruta, aunque corta, es pesadita. El desnivel es grande, y ver pasar el tren una y otra vez, cargado de turistas que sabes llegarán arriba mucho antes que tu agota. ;-)

Allí arriba, las típicas fotos de rigor admirando el paisaje, la visita a la tienda de recuerdos, y la comida tranquila.
La tarde, contemplación, más fotos, y vuelta a Queralbs... eso si, esta vez con el cremallera.
Al llegar a Queralbs, y tras una pequeña visita a un pueblo absolutamente fascinante, la lluvia comenzó a caer con gran intensidad, nos fuimos hacia el camping, y bajo el diluvio universal recogimos la tienda, y partimos todavía sin saber muy bien hacia donde...